Las Abejas y el Estudio del Cerebro Humano
Las abejas nos brindan un conjunto de beneficios bien conocidos, a saber, servicios de polinización, miel, polen y otros productos. Pero también son de nuestro mayor interés para la investigación científica. No solo nos brindan una lectura precisa de la calidad del medio ambiente, sino que también nos ayudan a comprendernos a nosotros mismos. Un nuevo estudio intenta revelar la forma en que funciona el cerebro humano a través de la investigación de las abejas melíferas[1]. ¿Por qué abejas melíferas? Una colonia de abejas melíferas es un superorganismo, un organismo que está conformado por muchos organismos individuales para formar su conjunto. En teoría, los superorganismos pueden reaccionar al estímulo externo siguiendo las mismas leyes que el cerebro humano. La clave para entender cómo tomamos decisiones bien puede estar más allá de nosotros, en una colonia de abejas melíferas. Una colonia de abejas melíferas "funciona como un todo integrado y sus miembros no pueden sobrevivir por sí mismos, pero las abejas melíferas individuales son físicamente independientes y se parecen mucho en fisiología y morfología a las abejas solitarias de las que evolucionaron"[2]. Este rasgo particular que también se encuentra en otras especies como las hormigas y las termitas ha llamado la atención de los científicos, que ven en él el potencial para comprender mejor nuestras neuronas y su estructura. Leyes psicofísicas, entendiendo dos mundos aparte. La psicofísica estudia la relación entre el estímulo y su sensación en el cerebro humano. En su núcleo, argumenta que "proporciones iguales de estímulos producen relaciones de sensación iguales"[3]. Al aceptar este principio y aplicarlo a las colonias de abejas melíferas, los investigadores observan a las abejas y su reacción como un superorganismo como si fuera nuestro cerebro bajo el microscopio. Tres leyes psicofísicas que se aplican al cerebro humano también se han identificado en la toma de decisiones de la colmena de abejas. Es la ley de Piéron, la Ley Hicks y la Ley Weber. Cada una de estas leyes se refiere a la relación del estímulo con la toma de decisiones. El estudio ha encontrado que la toma de decisiones de las colonias de abejas obedece a estas tres leyes, de forma similar a como lo hace el cerebro humano. Las abejas son más rápidas para tomar una decisión si ambas opciones son de alta calidad, como lo establece la Ley de Piéron. Su toma de decisiones también es más lenta a medida que aumenta la cantidad de opciones, como afirma la Ley de Hicks. Finalmente, los investigadores descubrieron que las abejas melíferas pueden elegir la mejor opción de calidad cuando existen diferencias mínimas entre dos opciones. Por ejemplo, las colonias son más propensas a seleccionar la mejor opción entre dos sitios de anidación diferentes si las diferencias entre ellos son mínimas. Curiosamente, no ha sido un departamento de biología o zootécnico que ha realizado el estudio. En cambio, fue el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Sheffield junto con el Consejo Nacional Italiano de Investigación. A través de su investigación, los autores han vinculado los procesos de los superorganismos a los que ocurren en el cerebro humano. Invocando nuestra fascinación e incluso nuestras necesidades prácticas de comprensión, las abejas melíferas demuestran ser nuestros aliados no intencionales en más de un campo.
[1] Reina, Andreagiovanni, et al. "Psychophysical Laws and the Superorganism." Scientific reports 8.1 (2018): 4387.
[2] Seeley, Thomas D. "The honey bee colony as a superorganism." American Scientist 77.6 (1989): 546-553.
[3] Stevens, Stanley Smith. Psychophysics: Introduction to its perceptual, neural and social prospects. Routledge, 2017.